jueves, 20 de febrero de 2014

Causa y efecto

Como siempre es en altas horas de la noche, cuando el mundo duerme, que logro realizar mis epifanías sobre la vida.

Son días que muestran un aparente nuevo brillo, si bien aún estoy pensando en el pasado, no estoy centrando mi vida en él, al contrario de aquello, finalmente estoy avanzando en la vida.

Pasé mis peores meses pensando en los errores que había cometido, en las cosas que dije y la gente que perdí, pero aunque mi ángel guardián se decidió a desaparecer de mi vida, quedan sus palabras. Comprendí que debo asumir los errores, las cosas que dije y tratar de no hacerlo más, si bien extraño a la gente que no está conmigo ahora, debo seguir adelante y esperar que ellos me perdonen o dejen de odiarme, o tal vez simplemente dejar que vivan sus vidas.

Estoy avanzando en mis pensamientos, como siempre el mar causa buenos efectos en mí, más que pensar, lo que logro es comprender y por ende aceptar.

Se que todo lo que sucede hoy en mi vida es a consecuencia de mis actos, pero con bastante diferencia a meses anteriores he logrado comprender que finalmente debo dejar que fluya todo, que las cosas que se deben ir se vayan, que lo que debe doler que duela, que la risa se esconde en el llanto y para ser feliz debo sacar de mi corazón toda la pena acumulada.

Es bastante probable que esto sea la razón por la cual estoy siendo más sociable y tolerante, estoy más alegre y mi mente está creando nuevamente, volví a leer, a escribir, a componer, volví a sentir por mi algo distinto a la lástima y la pena.

Supongo que modificar mi ambiente hizo que mis sentimientos y pensamientos fuesen distintos, me siento agradablemente feliz y comprendiendo que las conversaciones que tuve la semana pasada lograron despejar bastantes dudas he llegado a concluir que no era necesario estancarme y seguir siendo un ser lastimero, que hay otras cosas en mi que puedo dar a conocer.

Esto es causa y efecto, a causa de un cambio y aceptación de mis defectos y virtudes he logrado un efecto positivo el cual han notado en mi entorno.

Soy feliz, eso es lo que finalmente importa.

lunes, 17 de febrero de 2014

Aceptación

Hace ya un par de semanas comencé a realizar cambios en mi vida, cambios bastante significativos, puesto que en mi mente existía la idea de cambiar, que si cambiaba podría ser mejor.

Pero mi pensamiento no era correcto, otra vez.

Ya llevo unas cuantas semanas adaptando mis necesidades a mi vida, por lo mismo me di cuenta que no era necesario cambiar para mejorar, solo necesitaba aceptarme con mis defectos y virtudes, con mis problemas y genialidades, aceptarme y estar en paz con mi ser.

Pero esto solo tuvo respuesta en base a los acontecimientos de esta última semana.

Ya hace un par de semanas estaba en mi mente la idea de cambiar mi ambiente y por consiguiente mi vida de forma significativa y no superficial, por tanto en el momento que vi que mi casa tenía el aspecto que esperé tuviera, me sentí dichoso, feliz de poder finalmente desprenderme de los recuerdos y el dolor.

Fue esa la razón por la cual mi casa ahora es mi casa, fue esa la razón que me impulsó a realizar lo que hace tiempo quería que era volver a ocupar una parte de mi que se estaba escondiendo por miedo a caer nuevamente en los vicios y las malas prácticas que me llevaron a perder muchas buenas cosas en mi vida.

Por eso quería salir y lo hice, conocí gente que me mostró que además de estar mejor, mi razonamiento final y lo que ha producido no es del todo malo, al contrario es bastante normal (en otros países que prefieren la sanidad mental al status social). Interactué con gente paises bastante lejanos y desconocidos para mí, pero fui yo, era yo, sin mentiras, sin tratar de ser una persona distinta, sin intentar aparentar nada, porque simplemente no lo necesitaba, me sentía tan bien, tan tranquilo con mi ser, tan en paz, tan contento por no ser otro, era una sensación que hace bastante no experimentaba y me alegró el saber que sigo siendo yo.

Me siento contento conmigo y feliz de no haber cambiado, feliz de haber aceptado que soy yo y no necesito ser otro para ser feliz

viernes, 7 de febrero de 2014

Cambia...

Siempre he pensado que me someto a cambios constantes, pero en el último tiempo me he dado cuenta que mis cambios han sido solo estéticos, no he realizado cambios significativos en mi vida.

Solo ayer me pude dar cuenta que no puedo seguir estancado con las mismas cosas, si quiero cambiar realmente, debo hacer algo más que solo desearlo, debo decidir y hacer, no puedo continuar en la absurda dependencia, en mi estúpido y extraño mundo en el cual todos intentan caminar pisando con cautela para que no me altere.

Se acabó la lástima y la pena, debo mostrar fortaleza, debo crecer, debo cambiar, debo dejar atrás lo que me hace daño, debo pensar en mi, aunque me duela debo dejar partir cosas que hasta hace un tiempo atrás pensé indispensables en mi vida.

Luchar por mi significa mucho más que dar un simple paso, luchar por mi debe convertirse en mi bandera, en la guía, la meta, significa dejar de pensar en el resto, en lo que pensará la gente de mis actos, en lo que sentirá la gente con mis acciones, en tratar de causar el menor daño posible, en intentar que la gente que estimo y quiero sea feliz inclusive a costa de mi propia felicidad. Esto es por mi y para mi, es mi camino, es lo debí haber realizado hace bastante tiempo, enfocarme realmente en mejorar, no simplemente salir un día a la semana de la casa y pasar el resto encerrado, acostado mirando al techo, sin ambición alguna, hace un par de meses era una persona importante, una persona que aspiraba a seguir creciendo en todo ámbito, hoy soy un tipo que quiere hacer muchas cosas pero no tiene el valor para creer en algo y centrarse en ello.

Estás son las palabras que espero no volver a repetir, espero no volver a saberme un perdedor, espero no seguir siendo un tipo más, una persona como el resto, un igual...