improvisación

Cada día se convierte en una improvisación de la vida, hace mucho tiempo que no he planificado un día, porque cada vez que lo hago todo sale como quiere, nada es lo que quería.

La vida es una improvisación de lo que nunca pensamos, siempre aparece lo que evitamos, nos muestra otras miles de cosas que no queremos saber, estamos expuestos a encontrar caminos cambiados, calles sin salida, lugares sin conexión aparente.

Todo se relaciona con el caos y la sorpresa, la vida tiene sentido después de vivirla y me refiero al sentido lógico de entender las cosas después de que suceden, no estamos acostumbrados a revisar cada uno de los efectos que produzcan nuestros actos, ni la interpretación de ellos.

Somos seres racionales a nuestro modo, conocemos, entendemos, pero nunca aplicamos nuestro criterio todo el tiempo.

Somos los mejores en nuestros peores defectos.

La vida continuó

Muchas veces amanece uno de esos días donde todo es una sensación de extranjería, de sentirme simplemente alejado de toda la humanidad, en que ya el levantarse es un suplicio, en que el cuerpo no responde y simplemente te estorba.

Esos son los días en que me siento demasiado acompañado, que reconozco mi necesidad natural por estar rodeado de gente, que me cuesta bastante estar solo. Son esos días los que me traen de vuelta a mi realidad, a recordar que mi vida debe es solitaria, que mi alegría está guiada por otras situaciones, que la soledad es mi arma de doble filo, que muchas veces es mi mejor amiga y otras es una cruel y tormentosa compañera.

Esos días son demasiado ambiguos, muchas veces me regalan inspiración y muchas veces más me entregan solo desesperanza.

Ahí son los factores los que guían dichas sensaciones, a veces puedo dormir días completos, a veces tomar la guitarra y componer canciones, a veces ver tele o leer sin descansar, hacer ejercicio o simplemente drogarme y mirar al techo esperando alguna respuesta sin siquiera hacer preguntas.

Últimamente esos días se han vuelto más difíciles de soportar, mucho menos llevaderos que antes, simplemente he perdido las fuerzas que tanto tiempo me acompañaron, antes buscaba las soluciones fáciles, ahora no busco solución alguna, me encuentro deambulando entre la falta de sanidad mental y la poca capacidad de seguir adelante.

Estoy retrocediendo sin hacer algo al respecto, solo veo que las cosas suceden y yo me siento a observar como todo vuelve a ser oscuro y extraño, sin ambición, solo viendo la vida pasar un día a la vez.

La vida sigue, esté presente o perdido.

Eterna conversación

"Toc, toc, toc"...

Golpeé la puerta varias veces y nadie salía, sin embargo en el interior se escuchaba "crack, crunch, crock"; Estaba seguro que se encontraba dentro y por lo mismo no me moví de mi puesto. Seguí golpeando. "Toc, toc, toc"...

Nadie salía, me arriesgué y grite con la fuerza que tenía:

"Se que estás ahí, siento tus pasos, solo quiero hablar contigo un momento, saber como logras ser tan frío y alegrar los corazones tristes, es solo un momento, no seas injusto"

Fue en ese instante que cesó el sonido y una voz que sonaba ofendida se guió entre el viento que comenzó a enfriar y hacer volar todo a su paso:

"¿Tu crees que conoces de injusticia? ¿Crees saber lo qué es realmente justo?, si la justicia fuese aplicada realmente, la mitad de las personas en el mundo estaría muerta y de la mitad viva seguramente un tercio viviría cercenada por esa palabra que ocupas con tanta libertad. Muchacho tengo tantos años como vidas tiene el hombre, he visto pasar a todos en todas partes, me muevo con ustedes, entre ustedes y son muy pocos los que realmente piensan en mi, yo soy solo un paso, un movimiento, una transición, no estoy aquí para ser recordado, mas bien estoy para hacer extrañar"

Pensé en sus palabras, la puerta se abrió y lo encontré ahí, tal como había imaginado que fuera alguna vez, tratando de verse solemne, notando las marcas del tiempo y nuestra culpa.

Me acerqué y le entregué una hoja que recogí alguna vez desde un lugar del cual no recuerdo el nombre pero si el contexto, el la miró y no me dijo nada, solo se sentó e intentó imaginar ese día.

Así fue que pasé un otoño distinto, porque lo viví con él, porque cada día de ese otoño, hojas de distintos colores, texturas, formas y tamaños caían al caminar y el viento llevaba hermosas canciones y susurros de antaño, pasé un otoño queriendo que nunca terminara, porque sabía que al año siguiente lo terminaría por olvidar...

Noviembre...

Noviembre, mes en que todo termina siempre, Diciembre nunca es el último mes del año, en Diciembre uno ya está mentalizado en el año siguiente, pero en noviembre uno termina el año realmente y muy pocas cosas nacen en noviembre pero son una infinidad las que terminan.

Termina el frío del invierno, se acaba la presión de saber como va a terminar el año; terminas todo y no decides nada.

Desde Noviembre que estoy viviendo en Noviembre, terminando con todas las cosas que necesito dejar atrás, ahora necesito dejar atrás el mes de Noviembre y así terminar finalmente el año que pasó.

Han sido días extraños, como es habitual en mi vida, con altos y bajos, alegrías y tristezas, con un sabor agridulce, dejo atrás algo que ha sido mi tormento, lo dejo con la pena de saber que perderé algo lindo en mi vida, pero a sus vez me siento mejor por no seguir viviendo en la agonía de esa insana situación.

Necesitaba poner un punto final, quizás no de la forma que debió ser, pero fue mejor así, es raro expresarlo de esta forma pero es mejor que me odie y se aburra, que se olvide de todo, porque así será más fácil.

Ahora solo queda por mi parte seguir caminando, caminando sin parar, volver a cansar mi mente con infinidad de ideas, pensamientos y palabras, volver a ser una persona centrada y dejar de lado la locura que ha guiado en este último tiempo mi vida.

Ya no es simplemente salir adelante, más bien es no volver a mirar atrás.

Solo agradezco todo, en Noviembre fue nuestro real y último adios, el resto solo han sido un eco que terminó destrozando todos los lindos recuerdos.

Y como dice Attaque 77

"Así va a ser mejor, me conoces muy bien;
No me sigas, no pierdas tu tiempo,

soy libre y vos también"

Sale el sol

Pienso y pienso, agradezco bastante el despertar cada mañana, porque después de intentar tanto el escapar del mundo, siento que todos los días desde la última vez son un verdadero regalo.

Pienso y pienso, si me he deshumanizado, o sinceramente soy un antihumano, porque cada vez que salgo de mi hogar, lo único que quiero es volver a él, cerrar las puertas y no salir más.

Pienso y pienso que en realidad he tomado todas las cosas en un contexto bastante serio, por tanto comencé a cambiar yo, porque no puedo hacer otro cambio en el mundo.

Pienso y pienso en construir una mascara de oxígeno para no seguir respirando la hipocrecía de la gente.

Pienso y lo único que quiero saber es cuando dejaré de pensar, borrarme de la memoria colectiva aunque sea un par de semanas, fumarme unos díez pitos y escribir, escribir, escribir, escribir...

Nunca me he sentido parte de esta moralista, complicada, hipocrita sociedad, pero si he actuado en base a sus distintos cánones; pero en estos días, en que la gente ya no diferencia entre la sinceridad y los celos, entre el amar y el herir, creo que me han dado las pautas para poder despedirme de la humanidad, quizás ser hermitaño no es tan malo después de todo, o seguramente esté sufriendo antropofobia, lo cual no sería nada de raro, en cualquier caso es probable que uno de estos días, nuestra relación con el mundo que vive fuera de mi hogar termine, para así estar realmente tranquilo y poder escribir, escribir, escribir, escribir...

Alegría

De un pensamiento a otro, guiado por el hilo de un sentimiento perdido, de una sensación conocida que por estos días desconozco, de un espejo que me refleja como era sin ser el de antes, como si estuviese en un limbo, como si todo lo viese desde afuera, desde un universo paralelo en el cual puedo ver en que me convierto sin hacer algo al respecto.

Atravesando por praderas y caminos subliminales, deseando que todo ese mundo abstracto se haga realidad, porque es un mundo fantástico y emocionante, un mundo deseoso de recibir la creación sin hacer crítica de ella, solo esperando que los pensamientos fluyan, se renueven, que estén en constante movimiento, que el pensar no sea doloroso ni peligroso, sino muy por el contrario.

Los niños cantan en el funeral, los niños ríen, mientras lloras, alegría, alegría...