lunes, 28 de diciembre de 2015

No hay días malos...

Es casi un axioma que de vez en cuando me baje la nostalgia y toda esa emocionalidad que tanto me desagrada.

Me desagrada porque con mis 28 años aun no logro canalizar mis emociones; cada vez que estoy molesto y quiero gritarlo, pero simplemente no reacciono (no de inmediato), y me sumerjo en un torbellino sin control, un torbellino que tiene la estúpida costumbre de explotar en las circunstancias menos adecuadas.

La forma que tenía para expresar todo se vio inutilizada por mi propio cuerpo, y otra vez comienza la ira...

Si canalizar mis emociones es difícil, imaginen cuando debo explicarlo, eso si es un calvario.

No es nada de agradable vivir de esta forma, aunque he aprendido a expresar mejor mis sentimientos, son las emociones las que sinceramente desordenan mi vida.

He aquí una de las principales razones por las que soy una persona totalmente solitaria, porque es imposible estar bien con una persona inestable; pero no crean que esto es algo de todos los días, sucede cada vez menos, pero no por eso deja de ser molesto.

Creo que la molestia radica en el simple hecho de haber tardado tanto en comprender cual era el problema, en haber perdido a esas valiosas personas por no saber lidiar con mis problemas.

Supongo que es la carga que cada uno lleva de forma consciente, una carga que uno se obliga a llevar, pues se sabe que aquella carga es lo que nos ayuda a creer que algún día el perdón será verdadero y no solo palabras dichas para cerrar una etapa.

No hay días malos, solo hay cosas que no se como expresar...

lunes, 30 de noviembre de 2015

El mal enfoque de ser bueno

¿Cuál es la principal motivación para realizar buenos actos?

Dar una buena impresión, sentirse bien consigo, esperar compensación de cualquier tipo, equilibrar los actos malos que se han cometido?

Pero, ¿Por qué no puede ser el simplemente querer realizar dichos actos por convicción?

La sociedad perdió su enfoque, los buenos actos han sido realizados para fines egoístas, mezquinos y con un fin malvado, que ya no confiamos en la gente que los realiza porque nuestro corazón dice simplemente que es lo correcto.

Yo pasé mi juventud en un mundo aparte, un mundo que me enseñó cosas que en la mayoría de las casas no hablan. A los 12 aprendí a respetar a todos, independiente de su condición social, o sexual, por lo cual me gané ser tratado de maricón hasta el día de hoy.

Yo crecí en un mundo distinto, en el que lo importante siempre fue estar feliz conmigo, sin importar lo que el resto pensara. Es quizás esa la principal razón por la cual me molesta que la gente crea que mis actos no son sinceros, porque no conozco otra forma de ser, a veces me mando unos cagazos dantescos por hacer lo que supongo correcto, pero no tengo muchas intenciones de cambiar mi esencia.

Es difícil vivir bajo el prisma de ser buena persona, porque actúas bajo la premisa de ayudar a todo el mundo que necesite ayuda, por lo cual muchas veces terminas siendo traicionado por las personas que ayudaste, además como no siempre puedes ayudar a todos, te conviertes en mentiroso y las buenas intenciones, se transforman en problemas por dar tú palabra.

Es complicado ser buena persona, porque de ser algo natural y parte de nuestro ADN, pasa a ser sinónimo de desconfianza. Entonces, de ser una persona que por lógica debe inspirar confianza, logras el efecto contrario.

Yo no voy a cambiar, porque la ínfima cantidad de valores que poseo, los cumplo a muerte, solo siento pena de tener que convivir con gente que quizás nunca entenderá que la desconfianza es un mal hábito y que solo trae tristeza y amargura.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Exijo un minuto

Me puedo desahogar cierto?

Estoy trabajando desde los 12 años, casi sin descanso; no tengo estudios superiores ni universitarios, todo lo he forjado a punta de esfuerzo y dedicación, siempre con la premisa de ser el mejor en lo que hago.

Cuál es entonces, mi diferencia con el resto de las personas?

En que no digo que quiero ser el mejor, simplemente lo soy, lo demuestro, lo logro y cuando ya no existe desafío en donde estoy, simplemente busco un rumbo distinto, porque se partir de abajo, porque siempre he partido de abajo y he sido el mejor.

Alguien puede decir lo mismo?
No lo sé, pero les digo por experiencia que vale la pena.

No lo hagan por sus hijos, por su familia, por sus parejas, porque si bien, podrán valorar su esfuerzo, no sentirán la satisfacción que se siente al hacer las cosas por uno, ser el mejor, acostarte, quizás para dormir un par de horas, pero con una sonrisa al saber que fuiste el mejor y que lo seguirás siendo, que aunque el mundo se desmorone alrededor, tus proyectos se están cumpliendo, que vale la pena tomar el camino largo y lleno de peligros, porque no llegarás primero, pero tendrás cicatrices que te recordarán que para llegar a la meta lo principal, es esforzarse.

Si, soy una persona que vive trabajando, llena de proyectos, que duerme 3 horas al día, que no delega trabajo porque cada vez que lo hice, quedó demostrado que sin mi, las cosas no salen bien.
Si soy el mejor, es simplemente porque me he sacado la cresta por serlo y en el trayecto, las experiencias me han dado la razón.

Si soy el mejor, es por mi, porque la mediocridad es para el resto.
Si soy el mejor, es simplemente porque no merezco menos.
Y si por ser el mejor debo sacrificar amigos, familia y amor, es simplemente porque los que estaban junto a mi, no fueron capaces de entender mi camino.

No pido apoyo, no pido ayuda, no pido que me alaben ni que me feliciten por mis logros.

Solo pido que me entiendan...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Necesaria libertad...

En la inmensidad de situaciones que han marcado mi vida, fueron pocas las que superé solo.

Simplemente se debe a que aprendí a los golpes (literales y figurativos), a no depender de la gente para salir adelante. El viaje a través de tantas experiencias se convirtió en una novela digna de Best Seller. 

Pero lo mejor de finalmente superar una depresión extrema solo, es la libertad de hacer lo que quiera sin preocuparme de las opiniones del mundo, porque convengamos en que somos personas que la mayoría del tiempo vivimos bajo el flagelo de criticas por nuestros gustos y creencias.

Soy una persona que cuando tiene una idea, hace todo por volverla realidad. Es por eso que mi pelo se ha vuelto rubio, a desaparecido, he perforado mis orejas, me he tatuado las muñecas, etc.

Pero todas esas situaciones fueron cuando mis "amigos" estaban junto a mi; una persona depresiva no tiene autoestima, menos tiene la capacidad de ser consecuente con sus cambios.

Hasta el día de hoy me arrepiento de hacer caso a esa gente que se burló de mis cambios, que sin importar mi situación, dando su opinión con la premisa de no tener que compartir en sociedad con una persona por la cual sentían vergüenza ajena.

Hoy, solo desde más tiempo del que supuse llegaría a estar, no tienen idea de lo feliz que me siento lejos de aquellas opiniones, porque me despierto en las mañanas y salgo al mundo con la confianza que sin importar lo que piensen los demás, estoy siendo feliz.

En sí, dicho estado es un arma de doble filo, porque te conviertes en un niño con muchas monedas, que se encuentra solo en la puerta de una dulcería, porque he tenido arrebatos, como comprar el violín sin pensar que no tengo el tiempo suficiente para dedicar a las clases, o comprarme un dron, teniendo en cuenta mi descoordinación en lo que se refiere a ese tipo de controles remotos.

Pero también existen beneficios, como el cambio de trabajo, el cambio de look, dejarme el pelo largo (antes que la alopecia logre su cometido), dedicarle tiempo a las cosas que siempre quise hacer, salir a recorrer el mundo sin avisar.

Supongo muchas veces que esas cosas son nimiedades para la mayoría de los mortales, pero para alguien como yo, con mi conflicto para no analizar cada movimiento de la vida, esto es la gloria.

Me he arrepentido de muchas cosas, de lo que no me arrepiento, es de lo mucho que he disfrutado este último tiempo.

jueves, 5 de noviembre de 2015

A ver si me entienden

Muchas personas me tratan de engreído porque siempre tengo una respuesta para todo, aunque no me pregunten de forma directa.

Me gusta leer, me encanta aprender, soy un total convencido que el conocimiento es la clave para entender realmente el concepto de humanidad.

Ahora bien, eso solo puedo deducirlo, porque no soy una persona excesivamente sociable, mas bien soy un antisocial con exceso de información, a veces llegando a comprender a los evangélicos en su afán de querer contar a todo el mundo lo que saben de las escrituras sagradas.

Así todo, el fin de semana viví una experiencia para mi novedosa, la cual fue una reunión de camaradería con gente más inteligente que yo, social e intelectualmente hablando. Sonará despectivo e incluso ofensivo, pero desde un par de meses en los cuales logré salir de mi casa y convivir con la gente otra vez, que finalmente encontré un grupo de mis pares, personas que si bien pueden decir groserías y palabras poco ortodoxas, lo hacen en un contexto aplicable, mas no centran la conversación en ese tópico.

Uno de mis nuevos amigos me dijo "debes rodearte de gente más inteligente que tú, para que puedas disfrutar de las conversaciones", y créanme que es lo mejor que me ha sucedido en el último tiempo. No quiero ofender a mis antiguos amigos, pero las conversaciones con ellos giraban en torno a los genitales y los improperios sin motivo alguno; no eran tontos (bueno, un par si), pero nunca pude tener temas de conversación en los cuales desenvolverme.

El fin de semana comenzó con la frase "este es el tema más ñoño que conversaremos", eso nunca aplica con gente conocedora de una enormidad de campos de conversación. Hablamos de lo sacro y lo profano, sin recurrir a insultos ni menospreciar al otro, todo en un tono de alegre respeto, donde se escuchaban las opiniones, sin interrupciones abruptas y llegando a un consenso en lo que se planteaba.

Para mi el mundo siempre será un lugar inentendible, un lugar en el cual se vulnera en la mayoría de las veces la opinión del resto, haciendo valer de cualquier forma el propio punto de vista.

Siempre he indicado que soy una persona que ama escuchar al resto, porque no tengo una verdad absoluta, tengo bastantes certezas e hipótesis, pero quien no las tiene. En realidad, por mi carácter y mi anterior grupo social, decidí no tener debates con gente irrespetuosa que cree solo en su verdad.

Volver a entablar vínculos sociales y encontrar que hay gente que realmente sabe de lo que habla, conocedora del respeto por los demás, es algo que puedo agradecer.

Llevo tres años queriendo volver a vivir, no saben lo hermoso que es encontrar finalmente humanos, después de pasar mi vida entre simios.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El Anarquista Politizado

Lo primero que hice al cumplir la mayoría de edad fue inscribirme en el servicio electoral. Y esa decisión la tomé porque quería realizar un cambio con bases y no alegar porque sí.

Y es que todo se sucedió desde ese tiempo, la revolución pingüina, en la cual no participé porque había terminado de estudiar, pero el asunto iba más allá, era ver que la gente de mi edad quería hacer algo al respecto, que no se identificaban con la forma de gobernar que imperaba en esos días y la única forma que conocían de manifestarse era a través de la rebeldía y el caos.

En todo ese proceso solo hubo humo, al rebaño le dieron pan y circo, los compraron con promesas de antaño, pero con palabras nuevas. En ese tiempo pude comprender la razón del desencanto; los mayores les contaron historias de la obligación de votar, de no tener opciones y los jóvenes, que crecieron con la temática del "no estoy ni ahí", sintieron que no valía la pena hacer algo, porque nada podrían cambiar.

La población se ha desencantado de la política por la falta de recambio de esta, de nuestros legisladores y leyes, repito, lo único que han entregado es humo, promesas postergadas, grandes cambios que no se logran, y si bien ahora tenemos otro pensamiento y las redes sociales nos entregan información que años atrás no creeríamos capaces de conocer, todavía no tenemos la voluntad social para generar los cambios.

Un ejemplo fuera de contexto, pero que aplica es el de las entradas par los partidos de Chile; si no compraran entradas, las bajarían sin pensarlo, la misma temática se aplica a nuestros legisladores, podemos despotricar contra ellos, decir lo malo que son, mostrar en las mismas redes las faltas que cumplen, pero llegado el momento, vuelven a ser elegidos. Y no es que se nos olvide todas las cosas que hicieron, sucede que no son capaces de votar, no son parte de la solución, son parte del problema.

Porque si en realidad quisieran ser el cambio, perfectamente podrían votar, mas ahora que el voto es voluntario, no seamos anarquistas politizados, no nos quedemos en las palabras y hagamos algo al respecto.

El día de ayer la Presidenta aplazó otra de sus grandes reformas presentadas en la campaña electoral, el día de hoy no se realizó la sesión ordinaria de Diputados por falta de Quorum. Ya nos ven las pelotas sin asco, a esto se referían con la violación sin violencia; el Nobel de economía lo dijo: estamos en nuestro mejor momento, el problema está en las personas que nos gobiernan.

Si queremos hacer algo debemos actuar, no con bombas, no con protestas, debemos hacerlo en las urnas, para que la participación ciudadana se haga presente de una vez por todas. No debemos soportar ser vulnerados cada día, nuestra última preocupación tiene que ser el gobierno, puesto que ellos deben velar por nosotros y no al contrario.

El pueblo no debe temerle a su Gobierno. El Gobierno debe temerle a su pueblo.


martes, 29 de septiembre de 2015

Las ventajas de un loco

En la única parte que no saben de mi locura es en el trabajo, por un tema de no ser encasillado.

Pero todas las personas que me conocen mis problemas mentales (ojo, no estoy taaaaaan loco), porque no me avergüenzo de ello, es algo con lo que nací, algo que me hace diferente al resto de la humanidad.

Mi locura es algo que me caracteriza demasiado, pues es una de las razones por las que se guía mi vida, mi forma de ser, mis manías, mis decisiones, mi forma de ver el mundo e interactuar con él.

Me considero un afortunado por tener está enfermedad, pues sería muy aburrido vivir en un mundo tan monótono como el que me rodea. Tiene sus desventajas como todo, la gente te encasilla de inmediato sin conocerte, eres un loco y serás un loco toda la vida, lo sé, he vivido entre psicólogos y psiquiatras desde los cinco años. Pero soy consciente de mis problemas y los trato, mientras muchos prefieren quedar inmersos en su propia desdicha, esperando que los rescaten , que les tengan lástima, drogándose para evitar la realidad.

Mi locura, afortunadamente, posibilita que sea un ser funcional. Soy bastante bueno con los números, lo que me hace un excelente trabajador, además el ser tan meticuloso sirve para un analista.

Soy feliz sintiéndome loco, porque es genial ser distinto, a nadie le gusta vivir siempre de la misma forma, yo estoy buscando hacer cosas nuevas cada día; es por eso que estudié chino mandarín, que compré un violín, que tengo mi guitarra, porque me carga la monotonía, no estoy dispuesto a encerrarme para hacer lo mismo una y otra vez, porque me entretiene ser autómata.

Todo el mundo escribe que quiere hacer cosas nuevas, yo las hago de forma constante, lo que me diferencia de ustedes, es que ustedes saben convivir con el entorno, yo todavía no logro adaptarme.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Días y días

Una de las cosas más interesantes de mi vida, es que nunca tengo días idénticos.

Mis acciones pueden ser similares, los lugares pueden ser los mismos, pero siempre ocurre algo que transforma el día, y mi extraña e imaginativa mente provoca que todo sea una novedad.

Soy un hombre de rutina y manías, lo cual supone una total contradicción mi vida, tanto que sospecho que soy algo así como "The Truman Show" y las situaciones son parte de un reality. Pero eso solo sucede cuando estoy drogado.

Pero es mi visión, por pequeños detalles que hacen ser cada día distinto; a los ojos de la gente vivo una peculiar monotonía, un extraño sistema de vida. Para la gente mis días son todos iguales, trabajar, estudiar, ir a casa, lo cual me ha funcionado por bastantes años.

Supongo que soy el único capaz de notar los matices de cada día, porque no hay con quien compartir mi vida en estos días.

No me mal interpreten, soy feliz de estar alejado de la gente que me hacía tanto daño, pero la desconfianza en la gente ha logrado que no quiera volver a generar lazos con la gente. No es fácil pasar de ser una persona en extremo sociable, loco y todo estaba siempre rodeado de gente, pero ahora estoy totalmente solo.

Los días en que se hace demasiado patente este hecho, son los días en que me ataca la soledad, esa compañera insípida, que solo genera más preguntas que respuestas. Esos son los días en que la introspección se vuelve total, ahí es cuando una vez más vuelven las crisis y tengo miedo del mundo.

No me apena estar solo, no me apena vivir sin amigos, lo que me causa nostalgia es poder conversar con alguien, porque siendo honesto, las conversaciones con mis cercanos nunca fueron interesantes, porque no tenían tema de conversación, era simplemente quedar actualizado sobre las cosas que sucedían en la vida del otro, pero nunca pude conversar sobre algún libro que me interesara, en lo que acontecía en la actualidad, con la política y cosas similares.

Todos los días existe algo que hace de un día normal, algo totalmente distinto.

Por lo pronto, espero perder el miedo al mundo, o confiar en que podré conocer gente que realmente valga la pena.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Virtudes y defectos

Me encanta mi forma de ser, amo mi inteligencia, mi alegría, mi energía, mi poder de liderazgo, mi orden excesivo y mi capacidad para no echarme morir (incluso cuando lo he intentado).

Pero muchas de mis virtudes se transforman en defectos cuando el exceso de energía y mi creencia en la gente me dañan.

Es difícil desconfiar de la gente cuando no estoy habituado a desconfiar, regularmente termino enojado conmigo por no tener filtro en cuanto a lo que hablo con la gente, porque siendo realista, con todas las cosas que me han pasado tengo el bullying asegurado de por vida.

Soy una persona a la que no le gusta guardar secretos, no tengo la necesidad de ocultar cosas, porque me siento orgulloso de todo lo que he pasado, porque todas mis experiencias han forjado mi vida.

Pero hay cosas para las que no soy bueno, como dibujar, pintar, tocar música, jugar juegos de video. Mi motricidad fina es un asco, soy excelente jugando Wii, porque puedo moverme con los controles sin que sea motivo de burlas. Pero no por eso dejo de intentar hacer las cosas que me cuestan, tengo guitarra, violín, armónica y por el momento puedo tocar los acordes básicos, de forma desastrosa, pero lo hago.

Pero soy bueno en el área tecnológica, en los números, me encanta aprender cosas nuevas, amo conversar con la gente de millones de distintos temas y entender a la gente, me fascina trabajar, siento que soy excelente en ello, pero siempre que la gente no abuse de mis ganas de trabajar y que mi trabajo sea valorado. Muchas veces he dejado buenos trabajos por no estar a gusto en ellos, por suerte nunca me ha faltado trabajo cuando he querido trabajar.

En los últimos años he aprendido a no matarme en el trabajo, a elegir mejor las palabras que digo y a tocar un poco mejor. No ha sido fácil, porque si no doy todo en el trabajo me siento mediocre (soy muy crítico con mi capacidad), por elegir las palabras me alejé bastante del mundo y si bien toco mejor, se que lograré algún día musicalizar alguna de mis composiciones.

Me encanta ser yo, con mi exceso de virtudes y defectos, me encanta mirarme al espejo y sentirme orgulloso de tener una visión feliz de mi vida...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Primera impresión

La primera pregunta que me hacen todos al conocerme es si soy gay.

Es bastante extraña la primera impresión de las personas; expresiones como "me cayó mal de presencia", "lo calé a la primera", "con mirarte se como eres", expresiones que encuentro molestas. 

Es claro que una persona no tiene la capacidad para comprender la complejidad de un ser humano con solo mirarla, pero tenemos esa tendencia a creer que podemos hacerlo.

La primera impresión que causo en las personas siempre me da risa, porque mi rostro tiende a expresar lo que quiere y nunca lo que siento, soy bastante malo con las expresiones de mi rostro.

Pero aun así la gente cree que te puede leer en cinco minutos, es posible si en esos cinco minutos logras explicar los sentimientos de toda una vida; una persona que te comienza a conocer no es capaz de escuchar dos problemas seguidos y se alejará.

Soy un fiel creyente de conocer a la gente, porque para mí el ser humano es un enigma total, es una de las tantas razones por las cuales siempre intenté rodearme de gente, lamentablemente, conocí el lado oscuro de los humanos, quizás esa es la principal razón por la cual hoy estoy solo, sin amigos ni gente cercana.

Cada vez que conozco a una nueva persona, debo explicar que no soy gay, que no solamente los gays pueden vivir solos, que no por saber cocinar, planchar, lavar, soy gay, pero la primera impresión ya se formó y para modificar esa impresión  cuesta bastante.

Siempre trato de salir de casa cuando el ánimo está conmigo, camino, observo a la gente, intento interactuar con ellos, pero es desagradable cuando la gente piensa que eres solo un loco más.

Mi terapeuta me dijo que tenía que salir de mi casa y conversar con la gente, pero para mí es difícil, porque me bloqueo, no conozco los estándares de una conversación casual, nunca estoy seguro de lo que debo decir, porque me encanta hablar de todo y tener un feedback con aquella persona, pero que sucede si no sabe lo que estoy hablando, si le desagrada la conversación, es complicado iniciar una conversación, siempre que hablaba con alguien era porque otra persona me la había presentado y en otras ocasiones la persona se acercaba y me hablaba, pero cuando estás solo los pensamientos desastrosos se expanden e inundan la mente en un segundo.

Mi terapeuta me dijo que tenía que salir de la casa y hablar con la gente, y aunque para mi es un terreno casi desconocido, lo estoy intentando, por ahora estoy tratando de interactuar en base a sonrisas, entrené con el espejo para tratar de tener una sonrisa que no pareciera de psicópata, soy pésimo con mis expresiones, pero he visto retribución de la gente a mis sonrisas.

Creo que solo hace falta hablar... 

martes, 18 de agosto de 2015

Aniversario de muerte

Hace dos años estaba colgando de una viga, seguro de terminar con mi vida de una vez por todas.

Han pasado dos años y sigo aquí; yerba mala no muere dicen por ahí, creo que ha sido una de las contadas ocasiones en las que mi mente asoció el estar vivo con una intervención divina, a estas alturas creo que simplemente el nudo estuvo mal hecho.

Extraño ver pasar el tiempo, como han cambiado las cosas, los pensamientos, la gente, yo. No ha sido sencillo, el recorrido me dejó más solo que nunca, pero con metas definidas y terminando los desafíos pendientes.

Como no sentirme feliz de estar vivo, si después de haber pasado lo peor de mi vida, me encuentro sentado tras un escritorio, trabajando en lo que soy bueno, siendo reconocido por mi excelente labor, retomando los estudios, cerca de mi pequeña y sintiendo que lo que hacía daño ya no duele tanto.

Los años pasan volando, yo los sentí como una tortuosa eternidad, batallando día tras día contra viejas y nuevas tragedias, intentando equilibrar mi locura para volver a ser funcional.

Años han pasado, la gente que estaba en ese tiempo desapareció de mi vida, algunos por cuenta propia, del resto me alejé, y aunque aun hoy tengo ganas de volver a hablar con ellos, siento en mi cierta independencia como nunca creí tener.

Hace dos años pude haber muerto, es posible que haya sucedido por algunos segundos o minutos, pero sigo aquí, despertando cada mañana y dando lo mejor de mi al mundo.

Nacer, morir, son cosas que se sucederán quieras o no, vivir es lo que sigo aprendiendo con cada amanecer.

lunes, 3 de agosto de 2015

Heridas

¿Qué hacer cuándo ha pasado tanto tiempo y las heridas no consiguen cerrarse?

Han pasado años desde que las circunstancias marcaron algo más que la vida, desde que comencé a desconfiar del mundo, desde los tiempos oscuros en los cuales estaba inmerso. Han sido años de tratamientos, cambios, búsqueda de una identidad propia y más importante aún, de confiar en la gente.

Y aún así, después de tantos años, el dolor de las pérdidas y los errores cometidos se siente muy cercana. A veces pienso que es un sentimiento de culpabilidad el que mantiene abierta esas heridas, como señal de un eterno castigo que debo cumplir por mis equivocaciones.

Pasé un fin de semana completo acostado, pensando en todas las heridas que no han sanado por pensar en ellas, como un permanente calvario, preguntándome si llegará el día en que logre perdonarme por todas aquellas cosas que hice.

Intento hacer muchas cosas para salir adelante, pero no soy capaz de perdonar mis errores, dejar atrás todas esas situaciones en las que no tomé las decisiones correctas.

Siento que mi nivel de autoflagelo y hacer que la gente sienta lástima por mí, no deja que cierre esos ciclos, que cure esas heridas.

Las heridas siempre me dejan cicatrices (literalmente hablando), tengo mapas en mi manos, en mi cabeza, en mis piernas, creo que hay pocos lugares en los que no tengo cicatrices, y ahora es lo que busco, que todas esas heridas que me hacen sufrir estos cuestionamientos se cierren finalmente y ver las cicatrices como un recordatorio y no seguir viviendo en tristeza infinita de no poder salir adelante...

martes, 30 de junio de 2015

Quien quiera que seas...

Hay días en los que me encuentro demasiado ansioso por conocerte, pero me siento tan desanimado que, para ser sincero, no me he preocupado mucho por buscarte, y no es porque no te quiera conocer y pasar contigo la mayor cantidad de tiempo que pueda, es que si me vieras, lo más seguro es que pases de largo.

Porque realmente no soy la persona que te gustaría conocer, estoy incompleto, no tengo nada para entregarte y tengo tantas heridas que ni con cirujano podría arreglarlo.

Y eso es a causa de mis excesivas ganas por conocerte, porque cada vez que estuve con alguien, creyendo que eras tú, entregué sin pensar mi corazón, por eso ya llevo tanto tiempo reticente a siquiera conocer a cualquier persona, lamentablemente incluyéndote.

Pero hay veces que pienso que te gustaría conocerme así de incompleto, que harías lo posible por curar esas heridas, y también yo cure las tuyas, compartir mi apatía, caminar conmigo en las tardes y recorrer los lugares desconocidos.

Nunca he perdido la esperanza de encontrarte, pero si la fuerza para buscarte, aunque también ha sido muy poco el tiempo que he dedicado por hacer otras cosas, me he vuelto bastante introspectivo y entre el trabajo, los estudios y la familia, es casi nulo el tiempo que tengo.

Pero no creas que no te buscaré, simplemente estoy mejorando, ya compré bastante hilo para coser mi corazón, estoy componiendo canciones para cuando no puedas dormir, buscando lugares para llevarte a conocer, anhelando llegar a esa esquina en la cual probablemente nos encontraremos.

Solo me queda una duda, y ha rondado en mi cabeza desde ya bastante tiempo, porque yo independiente de todo, sigo con la ilusión de finalmente encontrarte, pero no estoy seguro si tu quieres encontrarme a mi, así que desde ya te digo, no tengas miedo, no tengas vergüenza, no te preocupes mucho, porque yo tampoco estoy preparado, lo que tengo es ganas de estar contigo y darte toda mi vida y si es posible un tanto más.

Porque aunque no he dedicado el tiempo suficiente, te sigo buscando, porque ya no quiero estar solo, porque no lo sabes, pero desde hace mucho tiempo estoy enamorado de ti...

Solo nuestros millones de años luz de lejanía han impedido nuestro encuentro.

jueves, 25 de junio de 2015

Extinción

Días atrás, leyendo twitter, encontré una noticia que me pareció interesante y  hacia referencia a la cantidad de seres que se están extinguiendo, por lo cual me pregunté ¿Existirá algún grupo de personas qué se esté extinguiendo?

Me pareció interesante analizar este trasfondo, no a nivel de tribus urbanas, más bien referente a personas con actitudes especificas.

En lo primero que pienso es en los caballeros, entiéndase por personas con basto honor y dispuestos a ayudar solo porque sus valores así lo indican. Si bien todavía hay un par, ya se encuentran casi extintos; lo mismo sucede con los idealistas, habían por montones, hoy solo quedan unos pocos que no logran ser reconocidos; la gente que más extraño es a los alegres, esos que todo el día están iluminando vidas, regalando sonrisas y amor.

Lo que más miedo me da, es que poco a poco desaparecemos las personas únicas, los que intentamos no encasillarnos, no ser parte del colectivo, aunque cabe destacar que somos los que más nos destacamos, porque intentamos escapar de está casi inevitable extinción.

Me da miedo despertar un día y encontrar que soy el último mohicano, que llegará el día en que todos sean encasillados y no podamos ser únicos.

Hasta que llegué ese día seguiré luchando porque mis ideales y mi pensamiento no se extingan...

miércoles, 24 de junio de 2015

No es lo mismo

Siempre me he considerado una persona que agradece el debate, siempre esperando que sea en buenos términos y con altura de miras. Aún así, soy una persona que odia los conflictos, cualquiera sea su contexto, no soporto ver discutir y pelear a la gente, tan acostumbrada hoy por hoy a la agresión injustificada.

Agreguemos a esto el factor Santiago, un Santiago plagado de factores que intensifican la irritabilidad de las personas. Todas las mañanas al salir de mi casa ingreso a un campo minado, en el cual si no caminas con el cuidado suficiente, puedes crear una explosión a gran escala.

Todos lo días tengo que aguantar golpes, gritos e insultos, a veces a mi, a veces a la gente; muchos se sorprenden cunado pido permiso al salir del metro y le doy las gracias a los que se mueven, o doy los buenos días al conductor cuando subo a la micro.

Y me pregunto; ¿En qué momento nos comenzó a parecer extraño tener respeto por los demás y educación para saludar? ¿Qué podemos esperar de nosotros mismos si no somos capaces de ser más personas que individuos?

Cada mañana, me coloco mis audífonos y escucho música, para no tener que escuchar discusiones y peleas en el camino al trabajo, intento molestar en lo mínimo a la gente que se encuentra a mi alrededor, pero a veces tengo la impresión de ser el único que respeta el espacio de los demás.

Creo que nunca he reaccionado de mala forma en caso de que alguien me golpee, aplaste o empuje; una vez sin querer empuje a una persona y casi me apuñala. Pienso que a veces es simplemente parte de mi mala suerte.

Quizás sean solo palabras de amargado, es posible que me encuentre tan inmerso en mis pensamientos y mi mundo, que todo cuanto ocurre fuera de él me parece desagradable, tal vez tengo razón y la gente ha perdido su capacidad de ver más allá.

Aún así confío en que la gente puede mejorar, ya que de otra forma me tocará estudiar para astronauta...

domingo, 26 de abril de 2015

Los olvidados

Todas las noches, antes de dormir, me realizo la misma pregunta: ¿Quién ganó la batalla hoy?

Todos los días vivo una constante batalla con mis problemas, mis estados de ánimo, mis crisis existenciales y también un poco con el mundo.

Se hace cada día más difícil ganar una batalla cuando las energías y el entusiasmo decaen, cuando cada mañana al despertar te preguntas ¿y ahora qué?, es complicado llevar una vida normal, cuando sabes que debes olvidar.

Recordar a los olvidados es siempre algo que me entristece, que me hace recordar lo frágil que soy sin ellos, que volví a quedar solo en un mundo individualista, que dice estar contigo solo para mantener su propaganda.

Me encuentro solo en un mundo de personas que olvidaron los sentimientos, me encuentro en un mundo que olvido creer en los demás, estoy inserto en un mundo que cada día demuestra el poco corazón que tiene, que valora el dinero sobre la amistad, que desconfía de todos, que busca la forma de enterrar al débil, diciendo que es para que aprenda.

Me he convertido en uno de los olvidados, uno de los parias del mundo, solo por pensar distinto.

Hace tiempo creía en toda la gente, ahora creo en poca gente y la gente no cree en mi. A veces siento que me he ganado que la gente no crea en mi, pero es mi axioma, siempre trato de ayudar a todo el mundo, incluso cuando no cuento con lo escencial para lograrlo.

Fui olvidado por los vivos que me hicieron olvidar a mis muertos, soy un paria viviendo solo en un mundo lleno de gente, gente que olvido, al igual que yo, que lo importante era vivir.

lunes, 2 de febrero de 2015

Los desaparecidos…

Ayer en la mañana me tocó despedirme de una persona muy especial, una amiga genial, una hermana como pocas en el mundo.

Fue después de aguantarme la pena, para que no fuera tan triste la despedida, que recordé a todos los desaparecidos de mi vida.

Recordar a los desaparecidos de mi vida es bastante complicado, porque además de recordarlos a ellos, recuerdo también las etapas de mi vida y cual fue la influencia de ellos.

Cada etapa tiene gente que desaparece, gente que crees verás toda la vida, porque para ti son lo más importante en ese momento, pero la realidad es distinta, de la gente que conocí mientras estudiaba, tanto en básica como media, solo veo a uno y me he topado con otros; es casi nulo el contacto que tengo con ellos, aunque trato de no perderlos, por razones de tiempo y distancia todo se pierde de a poco.

Lo mismo sucede con los lazos de amistad que formé en mis trabajos, de ellos solo me comunico con una mínima parte (los cuales son los que más quiero), pero también la distancia y el tiempo juegan el rol de separar personas.

Ayer fue un día de mucha pena, ver alejarse a una amiga, la que tenía más cerca, me hizo notar lo solo que me encuentro, que mis actuales amigos se encuentran demasiado lejos de mi casa y es bastante difícil por estos días juntarnos un rato fuera del trabajo.

Antes era sencillo juntarme con todos, salir de la casa, caminar un poco y llegar donde ellos, ahora debo pasar casi media hora en transporte para visitarlos por diez minutos.

Pero supongo que lo que más extraño es pasar tiempo con los que no veré nunca más, en mi infancia todos los días salía de mi casa y llegaba a regalonear y pasar los días con mi abuela, conversando, comiendo, durmiendo y regalándonos amor. Mi abuelo y esas tardes donde nos contaba historias increíbles, que como niño, creía cada palabra que decía. Mi padre, con el cual pasaba días escuchando sus historias sentado en el mismo piso que está en casa, siempre dando una palabra de aliento o algún consejo para la vida.

Vivimos para caminar por la vida, dejando huellas invisibles en la gente, marcando el recuerdo de las personas. Todos dejamos un recuerdo en aquellos que conocemos y así también, la gente deja recuerdos en nosotros.

Cada persona es importante en el paso de la vida, debemos atesorar esos bellos momentos y nunca olvidarnos de aquellos que hicieron más agradable nuestro caminar...

sábado, 3 de enero de 2015

Otro nuevo yo

Ha pasado mucho tiempo desde mi último escrito, tiempo en el cual han sucedido eventos de la vida como suelen suceder en la mía. Accidentes, depresiones, problemas, tristezas; pero nada ha opacado el deseo interno de vivir y dejar que lo malo simplemente siga su curso, no prestar demasiada atención a ellos para no sentirme sobrepasado.

Hoy me siento muy feliz y aunque mi rostro, siempre tan inexpresivo y serio, no demuestra mi verdadero sentir, estoy en el apogeo de mi entusiasta bipolaridad.

Los cambios claramentehan sido notorios, nuevas expresiones, nuevos complementos, nuevas drogas.

Hay un par de cosas que hicieron posible que cambiara mi forma de vida. El trabajo y la gente que está en él han ayudado mucho ha lograr superar mucho más que una simple depresión, fueron a su vez el impulso necesario para retomar algo que había postergado hace años, mis estudios, los cuales por falta de tiempo y comodidad, comencé a postergar año trás año. El ciclismo también toma parte en los cambios de este último tiempo, ya que con la bicicleta tengo un sentimiento de libertad que amo, además de ser mi válvula de escape cuando se acerca el estrés. Dejo para el final a las personitas que están en mi vida, mis amigos que siempre me ayudan cuando todo va mal o cuando simplemente hay que olvidar que olvidamos, mi hija, que ha regalado a mi vida más alegrías de las que puedo nombrar y también la perfecta mujer desconocida, ella que logra todo desde la lejanía de años luz que son nuestras vidas, nos acercamos por todos los medios, pero no podemos vernos.

Si es otro comienzo de mi vida o el paso de una nueva etapa, una nueva versión de mi, la verdad es que no tengo idea. Lo único real en este momento es el saber que soy feliz desde hace bastante y por lo visto promete seguir así.