lunes, 2 de febrero de 2015

Los desaparecidos…

Ayer en la mañana me tocó despedirme de una persona muy especial, una amiga genial, una hermana como pocas en el mundo.

Fue después de aguantarme la pena, para que no fuera tan triste la despedida, que recordé a todos los desaparecidos de mi vida.

Recordar a los desaparecidos de mi vida es bastante complicado, porque además de recordarlos a ellos, recuerdo también las etapas de mi vida y cual fue la influencia de ellos.

Cada etapa tiene gente que desaparece, gente que crees verás toda la vida, porque para ti son lo más importante en ese momento, pero la realidad es distinta, de la gente que conocí mientras estudiaba, tanto en básica como media, solo veo a uno y me he topado con otros; es casi nulo el contacto que tengo con ellos, aunque trato de no perderlos, por razones de tiempo y distancia todo se pierde de a poco.

Lo mismo sucede con los lazos de amistad que formé en mis trabajos, de ellos solo me comunico con una mínima parte (los cuales son los que más quiero), pero también la distancia y el tiempo juegan el rol de separar personas.

Ayer fue un día de mucha pena, ver alejarse a una amiga, la que tenía más cerca, me hizo notar lo solo que me encuentro, que mis actuales amigos se encuentran demasiado lejos de mi casa y es bastante difícil por estos días juntarnos un rato fuera del trabajo.

Antes era sencillo juntarme con todos, salir de la casa, caminar un poco y llegar donde ellos, ahora debo pasar casi media hora en transporte para visitarlos por diez minutos.

Pero supongo que lo que más extraño es pasar tiempo con los que no veré nunca más, en mi infancia todos los días salía de mi casa y llegaba a regalonear y pasar los días con mi abuela, conversando, comiendo, durmiendo y regalándonos amor. Mi abuelo y esas tardes donde nos contaba historias increíbles, que como niño, creía cada palabra que decía. Mi padre, con el cual pasaba días escuchando sus historias sentado en el mismo piso que está en casa, siempre dando una palabra de aliento o algún consejo para la vida.

Vivimos para caminar por la vida, dejando huellas invisibles en la gente, marcando el recuerdo de las personas. Todos dejamos un recuerdo en aquellos que conocemos y así también, la gente deja recuerdos en nosotros.

Cada persona es importante en el paso de la vida, debemos atesorar esos bellos momentos y nunca olvidarnos de aquellos que hicieron más agradable nuestro caminar...