domingo, 26 de abril de 2015

Los olvidados

Todas las noches, antes de dormir, me realizo la misma pregunta: ¿Quién ganó la batalla hoy?

Todos los días vivo una constante batalla con mis problemas, mis estados de ánimo, mis crisis existenciales y también un poco con el mundo.

Se hace cada día más difícil ganar una batalla cuando las energías y el entusiasmo decaen, cuando cada mañana al despertar te preguntas ¿y ahora qué?, es complicado llevar una vida normal, cuando sabes que debes olvidar.

Recordar a los olvidados es siempre algo que me entristece, que me hace recordar lo frágil que soy sin ellos, que volví a quedar solo en un mundo individualista, que dice estar contigo solo para mantener su propaganda.

Me encuentro solo en un mundo de personas que olvidaron los sentimientos, me encuentro en un mundo que olvido creer en los demás, estoy inserto en un mundo que cada día demuestra el poco corazón que tiene, que valora el dinero sobre la amistad, que desconfía de todos, que busca la forma de enterrar al débil, diciendo que es para que aprenda.

Me he convertido en uno de los olvidados, uno de los parias del mundo, solo por pensar distinto.

Hace tiempo creía en toda la gente, ahora creo en poca gente y la gente no cree en mi. A veces siento que me he ganado que la gente no crea en mi, pero es mi axioma, siempre trato de ayudar a todo el mundo, incluso cuando no cuento con lo escencial para lograrlo.

Fui olvidado por los vivos que me hicieron olvidar a mis muertos, soy un paria viviendo solo en un mundo lleno de gente, gente que olvido, al igual que yo, que lo importante era vivir.