miércoles, 14 de octubre de 2015

El Anarquista Politizado

Lo primero que hice al cumplir la mayoría de edad fue inscribirme en el servicio electoral. Y esa decisión la tomé porque quería realizar un cambio con bases y no alegar porque sí.

Y es que todo se sucedió desde ese tiempo, la revolución pingüina, en la cual no participé porque había terminado de estudiar, pero el asunto iba más allá, era ver que la gente de mi edad quería hacer algo al respecto, que no se identificaban con la forma de gobernar que imperaba en esos días y la única forma que conocían de manifestarse era a través de la rebeldía y el caos.

En todo ese proceso solo hubo humo, al rebaño le dieron pan y circo, los compraron con promesas de antaño, pero con palabras nuevas. En ese tiempo pude comprender la razón del desencanto; los mayores les contaron historias de la obligación de votar, de no tener opciones y los jóvenes, que crecieron con la temática del "no estoy ni ahí", sintieron que no valía la pena hacer algo, porque nada podrían cambiar.

La población se ha desencantado de la política por la falta de recambio de esta, de nuestros legisladores y leyes, repito, lo único que han entregado es humo, promesas postergadas, grandes cambios que no se logran, y si bien ahora tenemos otro pensamiento y las redes sociales nos entregan información que años atrás no creeríamos capaces de conocer, todavía no tenemos la voluntad social para generar los cambios.

Un ejemplo fuera de contexto, pero que aplica es el de las entradas par los partidos de Chile; si no compraran entradas, las bajarían sin pensarlo, la misma temática se aplica a nuestros legisladores, podemos despotricar contra ellos, decir lo malo que son, mostrar en las mismas redes las faltas que cumplen, pero llegado el momento, vuelven a ser elegidos. Y no es que se nos olvide todas las cosas que hicieron, sucede que no son capaces de votar, no son parte de la solución, son parte del problema.

Porque si en realidad quisieran ser el cambio, perfectamente podrían votar, mas ahora que el voto es voluntario, no seamos anarquistas politizados, no nos quedemos en las palabras y hagamos algo al respecto.

El día de ayer la Presidenta aplazó otra de sus grandes reformas presentadas en la campaña electoral, el día de hoy no se realizó la sesión ordinaria de Diputados por falta de Quorum. Ya nos ven las pelotas sin asco, a esto se referían con la violación sin violencia; el Nobel de economía lo dijo: estamos en nuestro mejor momento, el problema está en las personas que nos gobiernan.

Si queremos hacer algo debemos actuar, no con bombas, no con protestas, debemos hacerlo en las urnas, para que la participación ciudadana se haga presente de una vez por todas. No debemos soportar ser vulnerados cada día, nuestra última preocupación tiene que ser el gobierno, puesto que ellos deben velar por nosotros y no al contrario.

El pueblo no debe temerle a su Gobierno. El Gobierno debe temerle a su pueblo.