miércoles, 11 de noviembre de 2015

Necesaria libertad...

En la inmensidad de situaciones que han marcado mi vida, fueron pocas las que superé solo.

Simplemente se debe a que aprendí a los golpes (literales y figurativos), a no depender de la gente para salir adelante. El viaje a través de tantas experiencias se convirtió en una novela digna de Best Seller. 

Pero lo mejor de finalmente superar una depresión extrema solo, es la libertad de hacer lo que quiera sin preocuparme de las opiniones del mundo, porque convengamos en que somos personas que la mayoría del tiempo vivimos bajo el flagelo de criticas por nuestros gustos y creencias.

Soy una persona que cuando tiene una idea, hace todo por volverla realidad. Es por eso que mi pelo se ha vuelto rubio, a desaparecido, he perforado mis orejas, me he tatuado las muñecas, etc.

Pero todas esas situaciones fueron cuando mis "amigos" estaban junto a mi; una persona depresiva no tiene autoestima, menos tiene la capacidad de ser consecuente con sus cambios.

Hasta el día de hoy me arrepiento de hacer caso a esa gente que se burló de mis cambios, que sin importar mi situación, dando su opinión con la premisa de no tener que compartir en sociedad con una persona por la cual sentían vergüenza ajena.

Hoy, solo desde más tiempo del que supuse llegaría a estar, no tienen idea de lo feliz que me siento lejos de aquellas opiniones, porque me despierto en las mañanas y salgo al mundo con la confianza que sin importar lo que piensen los demás, estoy siendo feliz.

En sí, dicho estado es un arma de doble filo, porque te conviertes en un niño con muchas monedas, que se encuentra solo en la puerta de una dulcería, porque he tenido arrebatos, como comprar el violín sin pensar que no tengo el tiempo suficiente para dedicar a las clases, o comprarme un dron, teniendo en cuenta mi descoordinación en lo que se refiere a ese tipo de controles remotos.

Pero también existen beneficios, como el cambio de trabajo, el cambio de look, dejarme el pelo largo (antes que la alopecia logre su cometido), dedicarle tiempo a las cosas que siempre quise hacer, salir a recorrer el mundo sin avisar.

Supongo muchas veces que esas cosas son nimiedades para la mayoría de los mortales, pero para alguien como yo, con mi conflicto para no analizar cada movimiento de la vida, esto es la gloria.

Me he arrepentido de muchas cosas, de lo que no me arrepiento, es de lo mucho que he disfrutado este último tiempo.

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