lunes, 4 de enero de 2016

Quítate la venda

Larga noche...

Simplemente una de esas noches sin dormir, como cuando estaba contigo y velaba tus sueños, también era porque me costaba demasiado creer que no era un sueño lo que estaba viviendo.

Días que pasan, pequeñas situaciones que marcan un final, una nueva senda, un camino que estaba buscando pero no esperaba encontrar.

Las cosas pasan y no hay que buscar explicaciones o realizar muchos análisis, la vida no es una ciencia.

Nunca conté las noches que pasé sin dormir por pensar en ti, pero está es la primera de muchas noches en las que estás en mis pensamientos por una razón totalmente distinta.

Pensar que llevo tantos años pensando en ti, esperando para ver realmente que era lo que pasaba conmigo, imaginando millones de situaciones en cuanto te viera nuevamente (porque siempre pensé que volvería a verte), pero la vida como siempre buscando la forma de jorobarme y querer sacar una sonrisa, me enfrentó a una realidad que nunca había estado entre mis posibilidades.

Es con total honestidad que debo decir, jamás pasó por mi mente que mi amor por ti se acabara; pero sucedió y fue de la forma que menos esperaba, mirando tus ojos.

Debo confesar que parte del amor era más bien cariño por todo lo que me habías ayudado, porque dentro de nuestra distancia siempre fuiste un apoyo, pero todo es cíclico y debemos saber que lo que empieza tan de la nada tiende a terminar de igual forma.

Supongo que simplemente todo el amor que sentía se volvió cariño y las ganas de estar contigo se volvieron algo más profundo, simplemente verte feliz me hace feliz y en base a eso pienso que te siento más una amiga que que una ex y potencial pareja.

La vida y sus continuas enseñanzas, vivir con los ojos vendados, cegado por un amor que solo hacía sufrir, para que llegado el momento, tu me quitaras la venda y me hicieras ver que no estaba equivocado en mis sentimientos, solo en el nombre que les dí...