miércoles, 2 de septiembre de 2015

Primera impresión

La primera pregunta que me hacen todos al conocerme es si soy gay.

Es bastante extraña la primera impresión de las personas; expresiones como "me cayó mal de presencia", "lo calé a la primera", "con mirarte se como eres", expresiones que encuentro molestas. 

Es claro que una persona no tiene la capacidad para comprender la complejidad de un ser humano con solo mirarla, pero tenemos esa tendencia a creer que podemos hacerlo.

La primera impresión que causo en las personas siempre me da risa, porque mi rostro tiende a expresar lo que quiere y nunca lo que siento, soy bastante malo con las expresiones de mi rostro.

Pero aun así la gente cree que te puede leer en cinco minutos, es posible si en esos cinco minutos logras explicar los sentimientos de toda una vida; una persona que te comienza a conocer no es capaz de escuchar dos problemas seguidos y se alejará.

Soy un fiel creyente de conocer a la gente, porque para mí el ser humano es un enigma total, es una de las tantas razones por las cuales siempre intenté rodearme de gente, lamentablemente, conocí el lado oscuro de los humanos, quizás esa es la principal razón por la cual hoy estoy solo, sin amigos ni gente cercana.

Cada vez que conozco a una nueva persona, debo explicar que no soy gay, que no solamente los gays pueden vivir solos, que no por saber cocinar, planchar, lavar, soy gay, pero la primera impresión ya se formó y para modificar esa impresión  cuesta bastante.

Siempre trato de salir de casa cuando el ánimo está conmigo, camino, observo a la gente, intento interactuar con ellos, pero es desagradable cuando la gente piensa que eres solo un loco más.

Mi terapeuta me dijo que tenía que salir de mi casa y conversar con la gente, pero para mí es difícil, porque me bloqueo, no conozco los estándares de una conversación casual, nunca estoy seguro de lo que debo decir, porque me encanta hablar de todo y tener un feedback con aquella persona, pero que sucede si no sabe lo que estoy hablando, si le desagrada la conversación, es complicado iniciar una conversación, siempre que hablaba con alguien era porque otra persona me la había presentado y en otras ocasiones la persona se acercaba y me hablaba, pero cuando estás solo los pensamientos desastrosos se expanden e inundan la mente en un segundo.

Mi terapeuta me dijo que tenía que salir de la casa y hablar con la gente, y aunque para mi es un terreno casi desconocido, lo estoy intentando, por ahora estoy tratando de interactuar en base a sonrisas, entrené con el espejo para tratar de tener una sonrisa que no pareciera de psicópata, soy pésimo con mis expresiones, pero he visto retribución de la gente a mis sonrisas.

Creo que solo hace falta hablar... 

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