domingo, 27 de octubre de 2013

Amor Eterno


Hubo una vez en que amé a una mujer
La amé de la mejor y la peor forma,
Le regalé amor sincero,
Le regalé amor egoísta,
Le regalé mi vida a cambio de un segundo,
Un segundo de sus ojos,
Un segundo de su risa.

Ella me entregó amor verdadero,
De abrazos y caricias,
Reproches y perdones,
De silencios, miradas y risas locas.

Yo quise regalarle el mundo,
Pero no comprendí que ella,
Era feliz conmigo,
Que no hacía falta nada,
Que con estar juntos bastaba.

Pero me cegué en un amor ideal,
Como el que vemos en las películas
Y así la perdí,
Queriendo entregar mucho,
Dándome cuenta tarde que casi nada le di.

Hubo una vez que amé a una mujer,
La amo aún y seguiré amándola.
Y aunque ahora esté lejos,
Sé que puede escuchar mi voz
Cuando digo su nombre al viento,
Cuando grito por ella lo que siento,
Cuando la saludo en las mañanas
Y me despido en las noches,
Preguntándome si hará lo mismo,
Si aún pensará en mi está noche

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