sábado, 26 de octubre de 2013

Pensamientos de una mente malograda

He pasado mi vida buscando una verdad absoluta, una verdad que me tranquilice, que disipe mis dudas y me muestre todo como es en realidad.

He pasado mi vida soñando con la felicidad plena, con ser feliz con lo mínimo y así entregar lo mejor de mí al mundo, mostrando la forma y el camino para que así todos sean felices.

He pasado mi vida inventando otras vidas, vidas muy opuestas a mi realidad, vidas en que no existe nada malo en mí, en que puedo ser el mejor de todos y tenerlo todo.

Mi vida se ha basado en mentiras y sueños, en extraños pasajes y calles ficticias, he forjado un nombre y una persona que no existe, existe pero en mi extensa y fértil imaginación, una imaginación que no deja de crear realidades abstractas, realidades que habitan en un confuso sueño, un sueño real, un sueño del que estoy intentando despertar.

Es poco factible, además de ser poco práctico crear una nueva vida u otra identidad, pero si puedo modificar muchas cosas para que el ser ficticio se sienta y se vea más real, más parecido al verdadero hombre, eso se logra partiendo desde lo pequeño y así lograr cambios gigantes.

Pero es muy difícil mostrar al mundo los cambios cuando el mundo ya tiene la peor imagen de uno, no los culpo, me forjé una reputación al no ser autentico. Mostrar todo al mundo es complicado, requiere una reestructuración a gran escala, lo que implicaría lograr los cambios de forma inversa, primero lo grande, después lo pequeño.

Me encuentro atorado dentro de mi propia conjetura, ¿hacer lo mejor para mí o para el resto?

Es muy complicado, la soledad que es la compañera ideal para resolver estas disyuntivas es un arma de doble filo, ella siempre muestra los dos lados de la moneda.

Por un lado logra enseñarte que estar solo no es malo, muchas veces es necesario, te ayuda a ver desde un paralelo distinto el mundo, te muestra tu mundo, te muestra quien eres, porque a la soledad no le puedes esconder tu naturaleza, con ella puedes mirarte a fondo, puedes ver tus fortalezas y falencias, entender tu propias verdades y mentiras, ver al ser real, sin mascaras donde escudarse con el personaje creado y adaptado al mundo y su sociedad ambigua.

Pero también te muestra el lado amargo de estar solo, la falta de personas a tu alrededor crea nuevos vacíos, falsas realidades, pensamientos molestos y traicioneros, te vuelve vulnerable, los mismos pensamientos te llevan por caminos errados y muchas veces te incita a realizar actos anti natura.

Podemos vivir solos pero no vivir de la soledad, debemos lograr un equilibrio y rodearse de gente que te llene, que te entregue algo, una palabra, una enseñanza, un consejo, risas, pensamientos, alegría.

Es en este punto en donde me encuentro, mejorar para estar bien conmigo y ser distinto implica estar solo por más tiempo del que pensaba estaría, a su vez lograr cambios significativos, notorios, gigantes para que los note el resto implica realizar algo ahora sin tener seguridad de los resultados.


Por ahora prefiero mejorar y estar bien conmigo, así finalmente la gente verá una versión más completa de la persona que quiero ser, un ser más cercano a la realidad, que vean al ser que he visto ahora que estoy solo.

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