Pienso y pienso, agradezco bastante el despertar cada mañana, porque después de intentar tanto el escapar del mundo, siento que todos los días desde la última vez son un verdadero regalo.
Pienso y pienso, si me he deshumanizado, o sinceramente soy un antihumano, porque cada vez que salgo de mi hogar, lo único que quiero es volver a él, cerrar las puertas y no salir más.
Pienso y pienso que en realidad he tomado todas las cosas en un contexto bastante serio, por tanto comencé a cambiar yo, porque no puedo hacer otro cambio en el mundo.
Pienso y pienso en construir una mascara de oxígeno para no seguir respirando la hipocrecía de la gente.
Pienso y lo único que quiero saber es cuando dejaré de pensar, borrarme de la memoria colectiva aunque sea un par de semanas, fumarme unos díez pitos y escribir, escribir, escribir, escribir...
Nunca me he sentido parte de esta moralista, complicada, hipocrita sociedad, pero si he actuado en base a sus distintos cánones; pero en estos días, en que la gente ya no diferencia entre la sinceridad y los celos, entre el amar y el herir, creo que me han dado las pautas para poder despedirme de la humanidad, quizás ser hermitaño no es tan malo después de todo, o seguramente esté sufriendo antropofobia, lo cual no sería nada de raro, en cualquier caso es probable que uno de estos días, nuestra relación con el mundo que vive fuera de mi hogar termine, para así estar realmente tranquilo y poder escribir, escribir, escribir, escribir...
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