De un pensamiento a otro, guiado por el hilo de un sentimiento perdido, de una sensación conocida que por estos días desconozco, de un espejo que me refleja como era sin ser el de antes, como si estuviese en un limbo, como si todo lo viese desde afuera, desde un universo paralelo en el cual puedo ver en que me convierto sin hacer algo al respecto.
Atravesando por praderas y caminos subliminales, deseando que todo ese mundo abstracto se haga realidad, porque es un mundo fantástico y emocionante, un mundo deseoso de recibir la creación sin hacer crítica de ella, solo esperando que los pensamientos fluyan, se renueven, que estén en constante movimiento, que el pensar no sea doloroso ni peligroso, sino muy por el contrario.
Los niños cantan en el funeral, los niños ríen, mientras lloras, alegría, alegría...
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