lunes, 16 de diciembre de 2013

La culpa de las consecuencias

Es deprimente comprender los hechos que eran tan comunes.

Se muestran como algo fascinante, darme cuenta que lo normal es más complicado de lo que pensaba, lo que me deprime es comprender el sentido de mis acciones, ser el culpable de las consecuencias, saber que todo lo que persigo, mis metas, mis compromisos, mi código de moral, no se rige por lo que esgrime la sociedad, pero soy capaz de insultar al mundo por no seguir sus propios códigos. 

Los códigos sociales son bastante simples, muchas veces los odiamos, pero dichos códigos nos llevan a un final consecuente, muy por el contrario mis códigos son bastante complicados y llevan de una mentira a otra. 

Es triste saber que todo lo que guía tu vida es para continuar una mentira mucho más grande.

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